Distancia Siete Minutos
Coincidiendo cronológicamente en el tiempo con el envío y aterrizaje del robot espacial Curiosity, Félix un joven juez, se ve obligado a abandonar su casa afectada por una plaga de termitas e instalarse durante unos días en lo que fue su domicilio familiar. El entorno de los juicios donde el juez desarrolla su profesión, así como la convivencia con su padre, sacarán a relucir temas fundamentales como la justicia, la felicidad o el destino.
Ficha artística
- Dramaturgia Diego Lorca y Pako Merino
- Dirección Diego Lorca y Pako Merino
- Reparto Diego Lorca y Pako Merino
- Diseño de sonido Jonatan Bernabeu
- Diseño iluminación Miguel Muñoz
- Diseño escenografía Jordi Soler i Prim
- Vestuario Titzina
- Producción Titzina
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Una obra altamente recomendada para los amantes de la dramaturgia, ya que el hilo conductor te sumerge de lleno en la historia desde el inicio, y además de hacer reír y transmitir... tristeza en una hora y media (que se hace realmente corta) hace reflexionar al espectador una vez echado el telón, algo difícil de encontrar en estos tiempos
#Diario de Cádiz / Octubre 2016
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El juego con los objetos para explicar los cambios de acción y la presión de la actualidad aporta una magnífica lección de imaginación y agilidad escénica. Muy recomendable.
#La Vanguardia / Diciembre 2024 -
Llevan más de quince años juntos y no paran de crecer. Diego Lorca y Pako Merino han impuesto la fuerza de su sello teatral con su proyecto Titzina. Han conseguido... que su compañía sea reconocida internacionalmente
#El Periódico / Junio 2015
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La compañía Titzina, ubicada en Cerdanyola del Vallès, hace temporada en la Villarroel con ‘Distancia siete minutos’ “Titzina!” (o algo parecido), les gritaba a Pako Merino y a Diego Lorca la... casera del primero, una mujerona serbia, en el París de los primerísimos años del siglo. Y ellos, obedientes, callaban. Diez años más tarde, aquellos estudiantes de la escuela de teatro de Jacques Lecoq bautizarían con esa palabra, “silencio”», su compañía de teatro. Un homenaje a aquella señora y a todo lo que esconde el silencio, el misterio, el secreto… Han aterrizado en La Villarroel de Barcelona con su cuarta creación, Distancia siete minutos, una obra sobre la felicidad, la incomunicación intergeneracional, el suicidio, las termitas, la judicatura, las ilusiones, el trabajo… “Dimos con la felicidad como tema motor”», explica Merino, “porque nos brinda las emociones que buscamos en el teatro: es universal, puede ser cómica y trágica y es cercana”. El desarrollo de esa primera idea motivadora puede llevar a estos dos artistas (autores, directores, actores… y lo que haga falta) a cualquier rincón del planeta (¡a los hogares de las termitas!) o del universo (¡a Marte, siguiendo el periplo de la misión Curiosity!). “En este intenso trabajo creativo lo absorbemos todo”, explica Diego Lorca. Meses de trabajo de campo puro y duro. Convivieron con enfermos mentales en la primera obra, Folie a deux/Sueños de psiquiátrico; se documentaron sobre la guerra en Serbia y escuchando mil batallitas de la Guerra Civil de sus mayores para Entrañas; visitaron salas de tanatopraxia y servicios funerarios en la creación de Exitus y ahora… han vivido la vida de los jueces, lo saben todo sobre las termitas y podrían dirigir una nave a Marte. «Y hemos hecho talleres en la cárcel Modelo de Barcelona, donde representamos la obra para los presos», especifica Lorca. Titzina ha bebido del espíritu de la escuela parisina donde se formaron en 2000 y 2001. “En París o te haces grande o mueres”, proclama Pako. Lo mismo dirán, seguro, los londinenses Complicité, o Yasmina Reza, o Jorge Picó y Sergi López…, también alumnos de la escuela. “Nos enseñaron a explicar nuestro universo a través de una lucha intensísima por crear, cada semana, una creación… Se nos quitó el miedo a la hoja en blanco en cuestión de días”. Y a esas creaciones había que encontrarles “el punto justo”: “El momento en que descubrimos si funcionan o no funcionan”. Y resulta que ese preciso punto de cocción demuestra que lo que funciona es lo sencillo, que “no tiene nada que ver con lo fácil”. Nadie duda del trabajo ingente que hay detrás de cada obra de Titzina. Todo aporta, hasta el más mínimo detalle de la escenografía. Llevan 16 años de carretera y manta recorriendo, como los feriantes, todos los pueblos. “Hay que llegar a todas partes”, dicen.Se han curtido en mil giras y no paran. No es fácil. Ni sencillo.
#El País / Junio 2015
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Me acerco al nuevo espectáculo de Titzina con ilusión y miedo a la decepción ya que es difícil mantener el tipo cuando en sus tres anteriores trabajos se alcanzó niveles... tan altos de calidad. El temor se disipa en cuanto empieza esta obra que, de principio a fin, mantiene un estilo tan propio como brillante.
#El Diario Vasco / Noviembre 2013
Los descubrí en 2003 con «Folie a Deux, sueños de psiquiátrico», con la que consiguieron divertirme y emocionarme con un tema tan complicado y duro como la locura. Comprobé que no eran flor de una obra cuando tres años después asistí a la representación de «Entrañas», en la que el tema era la guerra, todas las guerras encarnadas en una mujer, Sole, y en nuestra matanza de 1936-39. Tres años más tarde aparecieron por aquí de nuevo con «Exitus» y la muerte. «Emocionan, pero sin manipular al público», escribí entonces. Esa frase sigue estando vigente en el teatro de estos dos tipos que también en su nueva propuesta cuentan historias tremendas con la habilidad del ilusionista.
«Distancia Siete Minutos» es un espectáculo enorme. Una obra que no para de crecer cuando finaliza la función. De nuevo trabajan desde lo mínimo para llevarnos a la abundancia de creatividad, de sensibilidad, de fuerza.
Coja usted un viaje espacial, un juez hundido por la realidad de la justicia, una plaga de termitas y un drama familiar de aúpa y sea capaz de construir, como hacen Diego Lorca y Pako Merino, una obra de teatro que supura vida, cosida con una excelente dramaturgia y presentada al espectador con sencillez a pesar de su complejo entramado. Dije en su momento que el teatro Titzina posee una melodía interna que va como un reloj y sigue siendo así. Vuelven a ser esa compañía deslumbrante que me encontré en un escenario de Eibar hace once años, pero con una solidez ganada en este tiempo de fértil creatividad.
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¿Cuál es el camino que nos conduce a la felicidad? ¿Qué circunstancias pueden hacer que termine imponiéndose la infelicidad? ¿Cómo llegamos a la conclusión de que no se nos necesita?... Estas son algunas de las preguntas que nos asaltan mientras asistimos a la brillante travesía que nos propone Titzina Teatro con su ultima creación. Distancia Siete Minutos es un viaje emocional, de sensaciones, que comienza en clave de comedia para terminar dándonos un dramático puñetazo en el estomago. Juega con tres elementos, aparentemente inconexos, pero con una profunda interrelación dramatúrgica. La misión espacial «Curiosity», lanzada por la NASA en 2011 para situar en el suelo de Marte un robot de exploración, una plaga de termitas y Félix, un joven juez que se ve obligado a abandonar su casa debido a la presencia de los insectos y se instala en la casa de su padre. Como es habitual en los barceloneses, Pako Merino y Diego Lorca son responsables del texto, de la interpretación y de la puesta en escena, y en las tres facetas se muestran, una vez mas, rotundamente sobresalientes. Jordi Soler i Prim ha realizado una escenografía en el mas puto estilo Titzina: minimalista, adaptable, con una enorme capacidad de transformación, con esa neutralidad capaz de sugerir cualquier espacio y puesta al servicio del desarrollo de la acción dramática. Elemento fundamental en la puesta en escena hasta el punto de casi convertirse en un personaje mas. Magnifica la iluminación que ha diseñado Miguel Muñoz y muy acertado el espacio sonoro de Jonatan Bernabeu. Con estos elementos Titzina compone una puesta en escena impecable, imaginativa, original, expresiva, de gran precisión y de enorme fuerza visual y narrativa, en la que brillan dos actorazos que nos llegan, nos hacen reír, nos conmueven y nos hacen sentir la fuerza expresiva del teatro.
#Heraldo de Aragón / Enero 2016
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